Campanario de Mairena/foto de José Antonio Moreno |
EL CAMPANARIO
El campanario se rinde
con su gran desasosiego
a las horas que se funden
con el pecho descubierto.
Y en la esfera de su párpado
los minutos son aliento
de enamorados que luchan
por alargar sus encuentros.
Poderoso por altura
trabajador sin asueto
su canto rescata a algunos,
su llanto provoca hueco.
Sin vértigo ni locura
su corazón late atento
al ritmo desconcertado
del vivir de todo un pueblo.
Y entre latido y latido
alguien pide al firmamento
que su martillo incesante
deje de ser un secreto.
El campanario se rinde,
con su gran desasosiego
a las horas que se erigen,
solemnes, a pecho abierto.
Teresa Borotau
Mairena/ Foto de José Antonio Moreno |
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