miércoles, 25 de agosto de 2010

soplillos poéticos

foto: José Antonio Moreno




 Un soplillo es un dulce típico de la zona de Granada hecho a base de clara de huevo, azúcar, almendras y ralladura de limón. El resultado es satisfactorio cuando su textura es seca, ligera y muy, pero que muy crujiente.

Un haikú es un poema breve de tres versos de 5,7 y 5 sílabas respectivamente. Es una de las formas de poesía tradicional japonesa más extendidas.
Pretende describir fenómenos naturales o la vida cotidiana de la gente. Tanto el contenido temático como la estructura formal están influenciados por la filosofía zen.

Personalmente es una de las formas métricas que más me agrada. No sólo por su sencillez y brevedad, sino por su capacidad de evocar, de sugerir, de captar la fugacidad del momento como si de una fotografía instantánea se tratara.
Los guardo como cachitos de placer en las retinas, resultado de itinerarios paseados o imaginarios.


Y si el haikú es una miniatura poética reservada para alimentar el alma o la mente , el soplillo es un instante de goce para el paladar, diminutivo de soplo, tiempo brevísimo, fugaz. El mismo tiempo que uno puede invertir en leer un haikú: poco menos que un suspiro.

soplillos casa Ortega

Y a pesar de que la ingestión de azúcar pueda adormecer la mente dejándola en una situación de inconsciencia ante la belleza y el mundo y eso, precisamente, no es lo que pretendan los haikús, no puedo resistirme a la idea de fusionar los soplillos alpujarreños con los haikús japoneses. 

Quizás la afirmación de  Federico García Lorca ens sus versos heptasílabos 
  "El poeta es el médium
   de la Naturaleza,
   que explica su grandeza
   por medio de palabras"
sea cierta y haya ese deseo secreto de verbalizar el cosmos, de comunicar lo inefable.
 Y no sólo eso, quizás también haya cierta necesidad de entremezclar para refundirlo todo, ya sea para degustar con el paladar, con la vista y el tacto o con el sentimiento. Así pues, de este  noviazgo multicultural  surgen los siguientes versos :
           I
El tiempo es dulce
si, entre labios, soplillos
desvanecemos


           II
Cálida tierra
como abrazo de madre
Gran Alpujarra.





          III
Salto de potro
entre ríos y montes
grita el silencio


foto: José Antonio Moreno
          IV
Ebria la tierra
de vino negro lomas
ríos abstemios




          V
Cañada hierro
danza del sol en roca
sobre tomillo



          VI
Paredes niñas
impolutas y blancas
tiernas aldeas

foto: José Antonio Moreno

          VII
Rayos de mano
incendio de la tarde
sol encalado





          VIII
Juncos por brazos
enraizadas las manos
paloma en labios

          IX
Grietas en tierra
desafio de almendros
miel en desierto


Foto: José Antonio Moreno

          X
Monte caballo
fiel al sol de la tarde
crines de sangre



           XI
Dedos de esparto
manantial de secretos
llena de vida

          XII
Paisajes lobos
aúllan por la noche
feroz misterio



         XIII
Tierra de plata
bajo olivos frondosos
Sierra de Válor




          XIV
¿Sabe la hormiga
que su fuerza vital
nos desmorona?


foto: José Antonio Moreno










       XV
Silencio estricto          
de la nada belleza         
que tanto asusta

          XVI
Salpica el Tiempo,
sin lógica aparente,
los calendarios.








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